Todos estaban listos para el flash. La novia lucía altiva con su impecable vestido blanco y los invitados de honor posaban regios con sus trajes. No está claro a quién se le ocurrió posar ahí, sobre el pequeño muelle de madera. Quizás fue una idea creativa del fotógrafo, o una atrevida de la novia.
Aparentemente sólo querían tener un recuerdo de la ceremonia en el Lago Venice, en Michigan, con la linda vista de Bay Pointe detrás, pero lo cierto es que más allá de la boda y del día tan especial, nunca van a olvidar este momento.
La foto que querían quedó finalmente en una toma de video, pero pasada por agua. En un segundo el muelle se vino abajo y todos cayeron. Aunque no estaba profundo, la novia necesitó ayuda para salir. Entre el susto y el vestido no atinaba a ponerse de pie. ¿Y el novio dónde se metió? ¡Qué mal parado queda en esta toma! O al menos no se portó como un héroe.
Los que sí son dignos de admirar son estos invitados tan joviales. Mojados y sonrientes, volvieron a posar para un final feliz.
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