Una británica de 40 años compró una estatua del dios griego Adonis por 630 dólares y está profundamente enamorada de él. Confiesa, de hecho, que ha establecido una profunda relación.
La mujer la bautizó con el nombre de Hans, y pasa todo el tiempo con la estatua como si fuera una pareja humana. Pasa largas horas leyéndole libros, conversándole, contándole cosas, miran televisión juntos y besa constantemente a la estatua de 90 cm.
A las constantes preguntas que le realizan los medios ingleses, la enamorada dijo que la relación ya tiene seis meses, pero aún no planea casarse con su Hans.
El periódico británico que se encargó de publicar esta historia afirma que es una característica psicológica que hace que algunas personas se enamoren de cosas inanimadas, desarrollando sentimientos amorosos y sexuales.
Al mismo tiempo dio a conocer otros casos similares y que han llegado hasta a casarse. Un caso en el 1979 que una joven se casó con el muro de Berlín, otra en el 2007 que se casó con la Torre Eiffel y otro reciente de una joven enamorada de la Estatua de la Libertad.
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