Beber orina ha dejado de ser simplemente una asquerosidad para convertirse en una práctica respetada en la medicina natural desde hace cientos de años, llamada orinoterapia. Quienes defienden esta práctica aseguran que la orina es buena para la salud debido a la cantidad de nutrientes que posee.
Si bien asociamos a la orina con gérmenes y bacterias – pues se trata de un desecho de nuestro organismo – lo cierto es que es todo lo contrario. Como es filtrada por el hígado, más del 90% de su composición es estéril. El resto de sus componentes son calcio, urea, potasio, glucosa y magnesio, entre otras sustancias.
Particularmente, la urea es una sustancia presente en la orina con característicasantibacterianas, antivirales y antimicóticas. Por ello, es considerada un agente medicinal legítimo por la FDA (Food and Drug Administration) y se encuentra presente en varios medicamentos recetados.
De esta manera, el principal argumento de quienes practican orinoterapia es que la orina es excelente para mejorar el sistema inmunológico. También creen quees buena para curar el acné, erupciones, pie de atleta y otros problemas de la piel. Por si fuera poco, dicen que la orina sirve para curar el asma, la hepatitis y jaquecas.
Sin embargo, el panorama no es del todo claro. Si bien es cierto que muchos elementos presentes en la orina tienen propiedades medicinales, en realidad, cuando bebemos orina estamos devolviéndole al cuerpo algo que él mismo expulsó. Esto pueder ser perjudicial para nuestros riñones, los cuales una y otra vez recibe una sustancia que ha desechado.
En conclusión, beber un vaso de orina no causa ningún problema para nuestra salud, sino todo lo contrario: puede ser beneficioso. De todos modos, no debemos abusar de sus propiedades, pues hay que tener en cuenta que – en definitiva – la orina es un desecho del organismo.
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