Un sorprendente caso médico se conoció en Inglaterra. Jamie nació con el cordón umbilical alrededor de la garganta, la falta de oxígeno le afectó el cerebro y no quería respirar.
Por ello, los médicos del hospital de Birminghae le propusieron a sus padres un tratamiento de choque. Este consistía en poner en hielo al bebé para bajar su temperatura corporal y evitar que sufra más daños.
Jamie pasó 3 días semicongelado, echado sobre una alfombra que funcionaba como una bolsa de hielo. Su temperatura fue reducida a 33 ó 34 grados, cuando lo normal es 37. Gracias a la hipotermia “se redujo su actividad cerebral, el cerebro no sufrió daños y el bebe se recupera”, explicó el médico que lo trató.
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