El pequeño futbolista brasileño Gabriel Muniz cumplió su sueño y tiró unos pases con el mejor jugador del mundo.
El niño de 11 años peloteó con Messi en la Ciutat Esportiva, donde además presenció el entrenamiento del Barcelona. Gabriel juega en la escuela de fútbol del equipo catalán en Río de Janeiro, pese a haber nacido sin pies.
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