David Jiménez, de 45 años, contó a CBS New York que durante los meses que su esposa estaba sufriendo a causa de cáncer de ovarios, el con regularidad se detenía a rezar frente a la cruz de piedra fuera de la iglesia Saint Patrick en Newburgh, Nueva York.
Cuando su esposa se curó en el 2010, Jiménez obtuvo un permiso especial para limpiar la cruz como una manera de mostrar su gratitud porque él pensó en ese momento que la cruz la había curado.
Durante el Memorial Day de ese año, como Mid-Hudson News reporta, Jiménez se encontraba limpiando el crucifijo cuando el monumento de 600 libars le cayó encima, destrozando su pierna derecha.
La pierna tuvo que ser amputada y Jiménez, quien alega que no puede trabajar, ahora está demandando a la arquidiócesis que preside la iglesia por la cantidad de 2 millones de dólares.
El abogado de Jiménez, Kevin Kitson, declaró que solamente un “inservible” tornillo era el que soportaba el peso de la enorme cruz, de acuerdo a la CBS. La demanda entrará en la corte durante las próximas semanas, como dijo el abogado de Jiménez a Mid-Hudson News.
La iglesia ya ha recolectado alimentos y 7 mil dólares en donaciones para Jiménez y su familia, pero, según el abogado, la compañía de seguros de la arquidiócesis no ha ofrecido ningún acuerdo.
Ojalá que pronto puedan ofrecerle una buena indemnización a Jiménez, no creo que 7 mil dólares puedan recompensar el hecho de que el hombre ya no podrá trabajar nunca por simplemente creer que un pedazo de piedra curó a su esposa.
Como si la iglesia no tuviera el dinero suficiente para pagar por ese descuido, que si lo pensamos pudo hasta matar al hombre de haber caído sobre su cabeza, como dicen: “lo que es de dios a dios, pero lo que es del hombre…” Porque lamentablemente de rezos no podemos vivir aunque así quisiéramos, ¿o me equivoco?
