Morirse ya no es lo que era, y no es que nos hayamos muerto antes para poder comparar, pero es que hay cada novedad que es para caerse muerto, y nunca mejor dicho.
En Buenos Aires, la capital Argentina se está celebrando Funexpo, un evento de alcance mundial en el que se repasan las novedades en el negocio funerario.
Podemos encontrar desde grupos de Facebook para hacer terapia de duelo, hasta diamantes hechos con el pelo de mascotas o personas difuntas del empresario brasileño Carlos Pacheco. También hay ya una red social para dejar recuerdos y claves de banco a los deudos, o servicios de funeral y velorio con seguimiento en web cam a todo el mundo.
Mientras pasean entre grandes ataúdes de lujo, los empresarios del sector explican que ya facturan por millones de pesos y dan empleo en Argentina a unas 20.000 personas.
Antonio Flores es el dueño de una empresa que retransmite los funerales por internet, y añade muy satisfecho: gratis. Para ello, instalan “cámaras que sólo apuntan al ataúd y otras que abarcan toda la sala, para que la persona que no pudo llegar al velatorio pueda formar parte de la despedida”, informa.
Nos cuentan también que la mayor parte de las transmisiones digitales de este e-péculo, son para argentinos que viven en Europa y Miami, no puden trasladarse pero desean estar cerca de sus seres queridos. Hay empresas aún más atrevidas, ponen una pantalla en el recinto del velorio para que puedan ver a la persona que da el pésame desde el otro lado de la red.
Hasta ahora, el mercado de las cocherías nos había sorprendido con el mercado ante mortem, para elegir uno mismo el entierr: en el espacio, con la mascota, o dónde y cómo esparcir las cenizas o sorprender a los asistentes a nuestro entierro.
Una funeraria colombiana ofrece “Asistencia en duelo” como si de la asistencia en viaje del auto se tratará. Lo curioso, es que el muerto no se ha muerto todavía. Lo cuenta una médica con toda seriedad: “Son grupos de 30 personas organizados por pérdidas específicas. Los lunes viene el grupo de ‘duelo anticipatorio’, la metodología de trabajo es similar a la de Alcohólicos Anónimos y admiten grupos en los que el “futuro muerto” no esté presente, todo un detalle.
Desde el stand de Still Here (“Todavía aquí ”) ofrecen una red social por si quieres sorprender a tu familia y amigos después de muerto: “El usuario puede dejar recuerdos o mensajes que serán habilitados para sus deudos cuando muera. Además, tenemos un servicio llamado ‘bóveda’ para dejar claves de mails o bancarias . Cuando la persona deja de estar activa en la red y se confirma que murió se entrega la información a los familiares”.
Lo dicho, morirse ya no es lo que era: incluso puedes asistir a tu propio duelo.
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