"Sólo un idiota conduce sobre la acera para rebasar a un autobús escolar" decía el cartel que una mujer de Cleveland debió portar como parte de una condena por salirse de la calle para pasar al vehículo con niños.
El castigo es sólo un ejemplo reciente de las sanciones peculiares, creativas y a veces polémicas ordenadas por los jueces estadounidenses para avergonzar públicamente a los delincuentes.
Estos son algunos otros casos recientes:
Utah: corte del pelo de su hija
Una joven de 13 años fue llevada a la corte, en mayo, por cortarle el pelo a un niño de 3 años en un restaurante McDonald's. El juez ordenó que su madre le cortara la cola de caballo en pleno tribunal a fin de reducir la sentencia de servicio comunitario de la adolescente.
La mujer presentó después una queja formal, en la que alegó que el magistrado la intimidó a cumplir la pena de "ojo por ojo".
Houston: “Soy un ladrón”
Daniel y Eloise Mireles fueron condenados por robar más de 265.000 dólares de los fondos para las víctimas de delitos en el condado de Harris, Texas.
Además de la restitución monetaria y pasar tiempo tras las rejas, la pareja de Houston fue sentenciada, en julio de 2010, a pararse frente a un centro comercial local por cinco horas cada fin de semana durante seis años con un cartel que diga: "Soy un ladrón".
Pensilvania: “Le robé a una niña de 9 años”
Evelyn Border y su hija de 35 años, Tina Griekspoor, fueron sorprendidas robándole una tarjeta de regalo a una niña dentro de una tienda Wal-Mart.
Las mujeres sostuvieron, durante más de cuatro horas, carteles que decían "¡Le robé a una niña de 9 años en su cumpleaños! ¡No robe o esto le podría suceder a usted!" a cambio de no ir a la cárcel.
Ohio: “Perdón por la burrada”
Un hombre y una mujer que fueron descubiertos al destrozar una imagen del niño Jesús en un nacimiento al aire libre de una iglesia católica recibieron la orden de un juez de Ohio de marchar por la ciudad con un burro para pedir disculpas públicas.
Jessica Lange y Brian Patrick llevaron al animal, prestado por un zoológico de mascotas, con un letrero que tenía la leyenda: "Perdón por la burrada".
Después de una caminata de 30 minutos, la pareja fue llevada a cumplir penas de 45 días que incluyeron recibir tratamiento por drogas y alcohol. También se les ordenó reemplazar la imagen.
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