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La ambigüedad del rostro depende de cómo las células de la retina capten la imagen y del canal del cerebro por el que se transmitan.
No es la primera vez que los científicos tratan de descifrar la obra maestra de Leonardo Da Vinci. Una investigación publicada en la revista New Scientist muestra cómo esta vez un grupo de científicos españoles ha resuelto el misterio de la enigmática sonrisa de la Mona Lisa.
La imagen ha cautivado a través de los siglos por su ambiguëdad. En función de cómo se la mire, pues puede estar seria como sonriente.
Según el estudio, el ojo humano tiene la capacidad de enviar señales mezcladas al cerebro. La sonrisa de la Mona Lisa es vista en función de cómo nuestras células ubicadas en la retina capten la imagen, y dependiendo del canal del cerebro por el que se transmitan.
Según uno de los investigadores, algunas veces un canal de transmisión cerebral gana al otro, por lo que se puede captar o no la sonrisa. Algunos canales se enfretan con las visiones centrales y otros con las periféricas.
El estudio ha sido presentado en el encuentro anual de la Sociedad de Neurociencia celebrado en Chicago.
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