El arquitecto Ronald Rael plantea con su proyecto, además de reducir el cruce ilegal de indocumentados, transformar la malla metálica para beneficio económico, ecológico y social.
“La idea es llamar la atención y hacer de este muro estúpido una infraestructura inteligente”, dijo Rael.
Durante los últimos diez años, comentó el arquitecto, le ha tocado visitar en varias ocasiones la frontera de Estados Unidos con México para darse cuenta de la problemática fronteriza.
“La intención del proyecto es que la gente aprenda, porque hay muchos que no se dan cuenta de la situación, que entienda y se traiga luz a este asunto”, mencionó.
El proyecto arquitectónico, llamado Border Wall as Infrastructure, propone la instalación de paneles solares, una planta tratadora de aguas negras, captación de agua de lluvia para hacerla potable, cancha de voleibol binacional, columpios, paseo ciclista, área para convivio de ambos lados y un confesionario.
Como parte de una competencia de infraestrutura, en octubre de 2010 Rael presentó su proyecto a legisladores y funcionarios en Washington para tratar de convencerlos sobre la necesidad de aprovechar la frontera para hacer obras que generen empleos, sean amigables con el medio ambiente y con la sociedad.
“Pero parece que no es la manera como funciona el gobierno”, lamentó Rael a la negativa que mostraron las autoridades.
Paneles solares a lo largo de la frontera.
Como profesor de UC Berkeley y representante de la firma Rael San Fratello Architects, reconoce que su proyecto es poco probable que sea tomado en cuenta, pero considera que al menos es un llamado a promover una frontera más amable y ecológica.
Entre las ideas que plantea en su proyecto arquitectónico está un confesionario a manera de sátira por lo que hicieron con el Parque de la Amistad que colindaba con Playas de Tijuana.
Ese parque, donde las familias de ambos lados solían convivir y los sacerdotes iban a realizar comuniones, fue destruido por las autoridades estadounidenses para instalar una doble cerca fronteriza.
Rael también plantea que debería haber zonas donde la convivencia entre las comunidades de ambos lados sea factible, ya sea para jugar al voleibol, dar una paseo en bicicleta o compartir los alimentos.
Basado en datos oficiales, Rael plantea que el mantenimiento y construcción de las 700 millas de muro que en 2006 ordenó la administración de George W. Bush, constará alrededor de $49,000 millones de dólares por los próximos 25 años.
Las 87 millas de muro que se contruyeron en Arizona, de Douglas a Nogales, costaron $333.5 millones de dólares, pero por esa misma cantidad, apuntó Rael, se hubiera podido construir una franja de 54 millas de paneles solares que pudieran generar 60 megawatts de electricidad para abastecer a unas 40 mil viviendas.
También propone un sistema de recolección de agua de lluvia que puede hacerse potable y calentada para distribuirla a clínicas, hospitales y escuelas de ambos lados.
Con una planta tratadora de aguas negras, expuso Rael, el río Nuevo que arroja contaminantes de Mexicali a Calexico puede ser tratado para áreas de riego.
Las seis millas de muro entre Mexicali y Calexico costaron $33 millones de dólares, precisó. Con esa misma cantidad se hubiera resuelto el problema de contaminación del río y evitar que 20 millones de galones de agua contaminada crucen la frontera.
A final de cuentas, consideró este arquitecto, si se trata de un muro con el que tienen que lidiar, habría que darse cuenta de que existe mucho más potencial de infraestructura.
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