Disfrutar de un buen beso es una sensación sin igual, pero a veces puede ser fuente de preocupaciones, al transmitirse enfermedades vía saliva, que pueden afectar la calidad de vida. Las enfermedades de transmisión a través de la saliva, como la mononucleosis infecciosa, son patologías que debemos tener en cuenta como un riesgo menor a la hora de besar a alguien.
La mononucleosis infecciosa, también llamada “enfermedad del beso” es producida por el virus de Epstein-Barr, el cual se manifiesta con fiebre, decaimiento, dolor de garganta e inflamación de los ganglios linfáticos de la zona del cuello. También pueden observarse manchas rojizas en la piel, o una disminución de los glóbulos blancos.
El período de incubación de esta patología es de cuatro a seis semanas, y se transmite a través de la saliva, para lo que requiere un estrecho contacto personal. Generalmente se produce el contagio en jóvenes, en las escuelas y en lugares hacinados. También puede propagarse por transfusiones sanguíneas o secreciones genitales.
El virus puede llevar meses en el organismo antes de eliminarse. Pueden ocurrir complicaciones como meningitis, anemia, miocarditis, que son poco frecuentes, y se producen, principalmente, en pacientes inmunosuprimidos. Aproximadamente un 95% de las personas adultas tienen anticuerpos para este virus, sin que hayan sufrido la enfermedad, por lo que la respuesta depende mucho del sistema inmunológico.
El tratamiento es sintomático mientras se elimina el virus naturalmente, con el sistema inmunológico del individuo. La persona debe permanecer aislada para que no contagie a los demás por dos semanas aproximadamente.Ya que conocemos esta patología debemos tomar las medidas de resguardo para evitarla, sobretodo evitar su contagio si alguien está enfermo.
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