Francis y Arlette no podían creerlo cuando, ambos de piel oscura, nació su segundo hijo: era blanco y de pelo rubio.…
Si hay casos de familias extrañas, curiosas, éste es de los que más. Francis es congolés, y ha pasado años estudiando en Gran Bretaña. Conoció a Arlette en 2007, de visita en su país, se casaron un año después y tuvieron a Seth. Todo absolutamente normal: un matrimonio joven, con un hijo pequeño y a la espera del segundo.
Francis y Arlette quedaron literalmente shockeados tras este alumbramiento: el bebé que dio a luz Arlette nació con la piel completamente rosada y una matita de pelo rubio en la cabeza. “¿De verdad es mío?”, se preguntaba Francis, 28 años. “Los doctores se miraban entre sí, preguntándose si el bebé realmente podía ser mío”, ¿cómo no se lo iba a preguntar él mismo?
Su primer hijo, Seth, comparte con ellos sus rasgos de origen africano y la piel de color. El pequeño recién nacido hace once semanas, Daniel, tiene una extraña mutación genética, no se trata de albinismo, dicen los médicos.
Es un caso que sucede muy rara vez, pero se puede encontrar en otras noticias antiguas. En algunas ocasiones, la duda gana y los padres se someten a exámenes de ADN: la sorpresa y el estupor dejan paso a suposiciones, desde un “cambio de bebés” en el hospital hasta una supuesta “infidelidad”. Se conoció un caso en Nigeria no hace mucho, y otro en Brasil que alcanzó cierto escándalo. Es importante considerar que, si uno de los progenitores fuese blanco, se esperaría un niño mulato y no completamente "caucásico".
Sin embargo, Francis no dudó más que unos segundos: el niño tiene los rasgos de los dos. Aún sorprendidos por la piel blanca del pequeño Daniel, los papás se sienten bendecidos. Al mirar a su mujer en el hospital, supo que no pasaba nada raro; tres años de matrimonio, confianza y amor, y la certeza de que jamás ha habido infidelidades.
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