Aunque no lo creas, levantarte apenas unos 30 minutos antes de la hora habitual puede cambiar tu día por completo, pues es el tiempo ideal para hacer actividades que te darán mucha más energía y ánimo para encarar la jornada que comienza. Se trata de hábitos saludables que nos rinden mucho mejor si los hacemos a la mañana, con el sol saliendo y nosotros recién levantados.
La mañana tiene un encanto especial. Estos son algunos buenos hábitos para incorporar en tu rutina. Te aseguro que vale la pena madrugar.
Mañana de colores. ¿Por que no coloreas las paredes de tu habitación de algún color llamativo? Dicen los expertos que visualizar colores vibrantes a la mañana hace que el organismo aumente su energía. También puedes hacerlo en el desayuno, preparando un vistoso desayuno con jugo de granadas o arándanos.
No pongas “pausa”. ¿Cuántas veces hemos aplazado la decisión de levantarnos, modificando una y otra vez la alarma del despertador para dormir un poquito más? ¡Todos lo hacemos! Pero este hábito no hace más que darnos mayor pereza durante el resto del día. Evítalo: levántate con el primer sonido del despertador.
Visualiza tu día. Haz una lista de todo lo que tienes que hacer ese día. Por más que tengas miles de cosas, esto ayudará a organizar mejor tus tiempos.
Bebe agua. Duerme con un vaso de agua en tu mesa de luz. Bébela apenas te levantes: ayuda a reponer los líquidos corporales que gastamos durante la noche. Luego, adopta la costumbre de beber agua durante todo el día (aproximadamente 8 vasos de agua diarios)
Aprovecha las mañanas de sol. Como te decía al comienzo, la luz de la mañana tiene un encanto especial. ¡Aprovéchala! Siéntate a leer el periódico en tu jardín o sentado debajo de una ventana.
Haz ejercicio. La mañana es un gran momento para salir a caminar, correr o ir al gym. De hecho, dicen que es mejor ejercitarse en este momento del día pues nos brinda energía para continuar el día despejados y contentos.
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