El asesino noruego Anders Behring Breivik entiende que las personas lo consideren como un “demonio”, pero dijo que la masacre del mes pasado fue “necesaria”, indicó hoy su abogado, luego de que la policía lo llevara al lugar de los hechos para intentar reconstruir cómo sucedió la tragedia.
Breivik, de 32 años, se confesó como el autor del ataque con bomba y el tiroteo en los que mató a 77 personas el 22 de julio, 69 de ellas en un campamento de verano de las juventudes del Partido Laborista en la isla Utoya.
“Breivik entiende que la gente lo ve como un demonio”, dijo su abogado, Geir Lippestad, al diario Dagbladet, sin embargo, agregó que el autodenominado “cruzado” se repitió a sí mismo en voz alta durante el viaje con la policía: “Fue necesario, fue necesario”.
“Cuando subió al bote pensó “me rindo, no voy a hacer esto”, pero luego pensó que era necesario para cambiar Europa y Noruega, como él dice, y siguió adelante”, añadió.
Cabe recordar, que en un documento publicado en Internet, Breivik criticó al gobernante Partido Laborista de Noruega por apoyar la inmigración musulmana y el multiculturalismo.
La policía indicó que el atacante no expresó arrepentimiento por la matanza durante la reconstrucción del fin de semana.
El viernes a las 6:00 a.m. (hora local) se realizará una audiencia donde se revisarán las condiciones de su detención.
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