Ro Koster y Ad Kil Architects construyeron un puente casi invisible para el cruce de la fortaleza defensiva en Halsteren, poblado holandés, separando las aguas y mimetizandose con el paisaje.
La tecnología puede reemplazar los favores de Jeovhá, que bajo el método de ranura y mediante el uso de madera Accoya (que asegura durabilidad, estabilidad y desarrollo sostenible) consiguió una obra arquitectónica con características de obra de arte.
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