La psiquiatra búlgara Krasmina Dimitrova se acaba de convertir en la mamá más anciana del mundo.
Krasmina habrá pensado que “nunca es tarde” para hacer lo que uno quiera en la vida, y por eso se sometió a un tratamiento de fecundación in vitro, a sus 62 años.
Además tuvo mellizas que nacieron de forma prematura, ya que si el embarazo llegaba a término podría correr riesgo su propia vida.
“Yo quería una familia, pero cuando me denegaron la posibilidad de adoptar, me di cuenta de que la única manera de hacer que esto sucediera era dando a luz a mis propios hijos”, dijo la madre-abuela.
Merry y Jacqueline, que así se llaman las mellizas, nacieron de forma prematura el pasado 5 de mayo aunque según los informes médicos se encuentran en perfecto estado.
“La edad no fue un obstáculo para mí. No me gusta pensar demasiado en el futuro sólo quiero que los bebés estén bien”, cuenta Krasmina a pesar de que sabía que su vida podía correr peligro, pero sus ganas de ser madre fueron más fuertes que su instinto de supervivencia.
Aunque parece que Krasmina no es la mujer que ha sido madre con más edad en el mundo ya que en julio de 2008, una mujer que decía tener 70 años, dio a luz a gemelos en el norte de la India después de someterse a un tratamiento de fertilidad.
Pero como no tenía certificado de nacimiento fue imposible comprobar su verdadera edad, aunque ella mantenía que tenía nueve años cuando los británicos salieron de la India en 1947.
Hasta este momento el “record” pertenecía a una mujer de 59 años que se había sometido a un tratamiento de fertilidad en una clínica británica a principios de este año.

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