Jackie Samuel, de Penfield, Nueva York, convirtió las caricias en un negocio. La joven, de 29 años, abrió el mes pasado The Snuggery, un lugar donde por US$ 80 los clientes pueden acurrucarse con ella en un contexto estrictamente no sexual.
Jackie es graduada de la Universidad de Rochester y actualmente se encuentra cursando una maestría en Trabajo Social. Tras terminar el primer semestre de sus estudios, decidió comenzar su emprendimiento, que ha generado una gran atención mediática en los EEUU. “Lo que me gusta es abrazar, así que pensé que era una buena cosa para hacer”, dijo Samuel en una entrevista con el sitio Henrietta Post.
Las sesiones, de 45 a 90 minutos, se llevan a cabo en una habitación mientras algún miembro de la familia del cliente espera afuera de la casa para la seguridad de Samuel ante un exceso de entusiasmo.
¿Qué pasa si un cliente se excita durante la sesión? La actividad sexual no está permitida, pero es algo perfectamente normal y no debe hacer que alguien se sienta incómodo, explica. La mayoría de sus clientes son hombres de mediana edad.
Para asistir hay que llevar ropa comoda, ya que la desnudez no está permitida.
Ella cree que unos pocos minutos de caricias al día pueden aliviar el estrés. La joven explica que existen de 100 posiciones diferentes para estrechar a alguien, pero como ella es tan pequeña, generalmente hace “cucharita”.
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