Los empleos e ingresos económicos que genera anualmente la caza han hecho que las autoridades busquen consolidar a Sudáfrica como un destino privilegiado para la práctica de esta polémica actividad. Ello a pesar de las críticas y la imagen negativa que genera.
“La industria de la caza contribuye de forma significativa a la economía del país”, ha dicho la ministra del Medio Ambiente, Edna Molewa, en declaraciones reproducidas por la agencia AFP.
Además, no ha dudado en afirmar que el gobierno “reconoce que la ganadería de animales salvajes y la caza aportan una contribución importante a la protección del medio ambiente, al desarrollo del turismo y la creación de empleos, entre otros en las zonas rurales”.
En el 2010, los cazadores gastaron un total de 713 millones de dólares y generaron empleo para 140.000 personas, según Melville Saayman, investigador en la Universidad del Noroeste. Estas cifras corresponden al total generado a partir de esta actividad.
Ese mismo año llegaron a Sudáfrica un total de 6.673 extranjeros atraídos por la caza, en su mayoría procedentes de EE.UU., Dinamarca, Suecia y Noruega, indica AFP. Estos cazadores gastaron un total de 70 millones de dólares y mataron a 31.566 animales.
“Creo que debemos posicionar a nuestro país como destino para la caza, mucho más que lo que hacemos ahora”, añade Saayman.
La caza en Sudáfrica está autorizada en zonas privadas y en algunos parques públicos y reservas.
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