El líder de Corea del Norte Kim Jong Un salvó a uno de sus condenados a muerte, Kim Chol, de morir ahorcado... para matarlo con un mortero en su lugar. Lo obligó a esperar en una localización determinada y ordenó que fuera disparado para que volara por los aires "para que no quedara ni rastro suyo, ni el pelo".
El crimen perpetrado por el deceso Kim Chol, alto cargo del ejército norcoreano, había sido la inenarrable acción de beber alcohol durante el periodo impuesto de luto por la muerte de su padre, Kim Jong Il. Poco después, en cuanto el hijo de éste ascendió al poder para perpetuar la férrea dictadura de su padre, estaba siendo desintegrado sobre un lugar marcado para que el mortero arcertara.
Esta información ha llegado a través del señor Yoon, miembro de comité de asuntos exteriores de la Asamblea Nacional de Corea del Sur, vecino y eterno enemigo de Kim Jong Il e ilustra los datos oficiales emitidos por el gobierno norcoreano. Yoon explica que "éste es solo uno de los modelos de ejecución diseñados para garantizar la obediencia de los altos cargos del ejército.
Kim Jong Un ha estado usando excusas como la corrupción o la actitud negativa de estos altos cargos para eliminar a aquellos oficiales que se hayan convertido en obstáculos para su toma de poder porque hayan expresado su disgusto con el tema. Pero en esos raras ocasiones en las que Corea del Norte explica las causas de las ejecuciones, más que ganar la empatía del mundo, la pierden".
Purgas así son un peligro cotidiano en la élite del país desde que lo fundara el abuelo de Kim Jong Un, Kim Il Sung, en 1948. Históricamente, siempre se ha desconocido su alcance, salvo por informes imposibles de confirmar como el de Kim Chol. Pero ocurren y son, llamativamente, de las pocas cosas que se conocen de este régimen, famoso por su furioso oscurantismo.
Se sabe, por ejemplo, que Ri Yon Ho, una de las cabezas de las fuerzas armadas y destacado supervisor de la transición entre el mandato de Kim Jong Il y el de su hijo, se jubiló repentinamente en julio. Nunca más se ha vuelto a saber de él. También se sabe que, en cuanto fue nombrado sucesor de su padre en septiembre de 2010, Kim Jong Il ordenó una investigación de los principales miembros de la burocracia y los dos principales partidos políticos del país.
Otros purgados recientemente incluyen al ministro de Deportes, Myong Chol y la cabeza del banco central norcoreano, Ri Kwang Gon, que precisamente antes de morir había anunciado un retraso en una reforma de la estancada economía del país en la que había estado trabajando.
En total, según cifras corroboradas, 31 personas han sido ejecutadas en los últimos dos años: 12 generales del ejército por beber o por mal comportamiento sexual (sic). De ellos, 14 han sido ejecutados desde que Kim Jong Un llegó al poder el diciembre pasado.
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