Con solo 13 años un adolescente de origen polaco recorrió poco más de 1.000 kilómetros al volante del automóvil de su padre adoptivo.
El menor escapó de la casa de sus tutores luego de una pelea y logró pasar por dos fronteras antes de ser detenido en Alemania.
Según informó El Mundo, el adolescente huyó de su casa al norte de Italia con el objetivo de volver a su país de origen (Polonia). “Logró pasar los controles de frontera con Austria y Alemania”, informó la policía.
Para realizar este singular viaje, el joven dispuso de 200 euros, su pasaporte y el auto de su padre.
Los tutores del adolescente señalaron que este echaba de menos a su hermana en Polonia y que la pelea que motivó su huida se dio luego de que estos le confiscaran su teléfono celular por excederse en el límite de llamadas.
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