El accidente en la central nuclear de Fukushima en Japón ha despertado la preocupación mundial. Mientras se viene luchando por enfriar el reactor de sus instalaciones, la posibilidad de que la población esté expuesta a algún tipo de radiación, mantiene en vilo a sus autoridades.
Debido a la radiación se generan cambios en las celulas de los órganos que son contaminados, un proceso que en un primer momento puede dañar el aparato gastrointestinal y piel, generando quemaduras, vómitos y diarrea.
Sin emgargo a mediano plazo este proceso degenerativo de las células puede ocasionar diversos tipos de cáncer, siendo afectadas: la piel, la glándula tiroides y a largo plazo leucemia y cáncer en otros organos.
Lamentablemente no existen antidotos para contrarrestar el efecto que la radiación produce en el ser humano
Los niveles de radiación emitidos en Japón han levantado alarma a nivel mundial tras las explosiones en la central de Fukushima y el riesgo en otros dos reactores.
Las autoridades han ordenando la evacuación de una zona perimetral cercana a la planta nuclear que es considerada de alto riesgo, dejando en claro que en la capital Tokio solo se han registrado cantidades insignificantes que no ponen en peligro la integridad de los habitantes.
En base a estudios realizados por el Consejo de Energía Atómica de Taiwán, Asociación Nuclear Mundial, Departamento de Transporte de Estados Unidos y Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos; el que el ser humano esté expuesto a radiaciones nucleares genera daños a su salud.
La radiación es medida en sieverts, equivale a 1 mil milisieverts (mSv), que cuantifican la cantidad que absorbe el tejido humano. Una exposición de 50 a 100 mSv podría generar cambios en la química sanguínea, y en cantidades de 500 mSv el afectado presentaría nauseas en cuestión de horas y vómito al alcanzar las 700 mSv.
En casos extremos al estar expuestos a niveles de 750, 900 y 1000 mSv, provocaría pérdida de cabello en tan solo dos semanas, diarrea y hemorragias, respectivamente.
Si el ser humano está expuesto a 4 mil mSv sin recibir tratamiento inmediato, esto le provocaría la muerte en tan solo dos meses.
En casos extremos de que la radiación llegara a los 10 mil o 20 mil milisieverts la destrucción de la mucosa intestinal, hemorragia interna y muerte en una a dos semanas y en el segundo caso el daño al sistema nervioso central, pérdida de la conciencia en pocos minutos y muerte en cuestión de horas o días.
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