El pequeño Josh, de solo tres años, padece de Fibrodisplasia Osificante Progresiva (FOP), una enfermedad que no tiene cura.
Un niño estadounidense de apenas 3 años de edad padece de una extraña enfermedad que convierte sus tejidos en huesos y, conforme avanza el mal, les reduce la movilidad al punto de inmovilizarlos para siempre.
La enfermedad conocida como Fibrodisplasia Osificante Progresiva (FOP) se manifestó en el cuerpo del pequeño Josh en forma de un pequeño bulto que le brotó en la espalda. “Los doctores que los intervinieron tuvieron que extirparle gran parte de la espalda”, dijo la madre del menor.
El tejido que le removieron resultó benigno, pero el trauma que sufrió en la espalda hizo que misteriosamente le empezaran a crecer huesos. Sus vértebras se fusionaron unas con otras dificultándole la movilidad. Entonces, el niño fue diagnosticado con FOP.
Sus padres hacen lo imposible para protegerlo de los golpes aunque saben que tantas protecciones le impedirán al niño disfrutar su infancia. De momento, la ciencia no ha encontrado cura para esta extraña enfermedad.
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