La sífilis, una infección de transmisión sexual (ITS) popularmente conocida como “chancro”, puede ocasionar en el hombre o la mujer que mantiene una conducta considerada de riesgo, mayor posibilidad de adquirir el virus de la Inmunodeficiencia humana (VIH).
Así lo señaló la Estrategia Sanitaria Nacional de Prevención y Control de Infecciones de Transmisión Sexual y VIH/Sida, de la Dirección General de Salud de las Personas (DGSP) del Ministerio de Salud.
Esta ITS, que en muchos casos no presenta síntomas notorios, suele afectar a las mujeres en edad reproductiva, especialmente si se encuentran en etapa de gravidez o embarazo, lo que puede originar elevadas tasas de mortalidad perinatal, infantil y en menores de cinco años en aquellos lugares donde persisten niveles altos de prevalencia.
Por tal motivo, es muy importante que toda persona con sospecha de tener este mal debe acudir a tratamiento médico en un establecimiento de salud lo más pronto posible, porque corre mayor riesgo de contraer el sida.
Según precisaron, si la persona se somete a tratamiento en la etapa avanzada de la sífilis, cuando se presentan úlceras en las piernas, deformación de los huesos y articulaciones, la enfermedad puede curarse pero los daños que deja son irreversibles.
ETAPAS DE LA SÍFILIS
Sin tratamiento, el “chancro” tiene cuatro etapas. La primaria consiste en una llaga en la parte del cuerpo que entró en contacto con la bacteria. Estos síntomas son difíciles de detectar porque por lo general no causan dolor y en ocasiones, ocurren en el interior del cuerpo. Una persona que no ha sido tratada puede infectar a otras durante esta etapa.
La etapa secundaria surge alrededor de la tercera a sexta semanas después de aparecida la llaga y presenta una erupción en todo el cuerpo, en las palmas de las manos, en las plantas de los pies o en alguna otra zona. Otros síntomas que se pueden sentir son fiebre leve, inflamación de los ganglios linfáticos y pérdida del cabello.
De continuar sin diagnóstico ni tratamiento durante mucho tiempo, la siguiente etapa es la denominada latente, cuando no se presentan síntomas notables y la persona infectada no puede contagiar a otros. Sin embargo, un tercio de quienes están en esta etapa empeoran y pasan a la etapa terciaria de la sífilis.
En esta última etapa, conocida también como tardía, se presentan trastornos mentales, ceguera, anomalías cardíacas y trastornos neurológicos. La persona infectada ya no puede transmitir la bacteria a otras personas, pero continúa en un periodo indefinido de deterioro hasta llegar a la muerte.
SÍNTOMAS DEL CHANCRO
Los síntomas aparecen entre las tres y las doce semanas después de una relación sexual, manifestándose con un grano o llaguita en el pene y en los genitales externos o internos de la mujer. Generalmente no duele y puede confundirse con irritaciones o raspaduras de los genitales.
Como desaparece aun sin tratamiento médico, la persona cree que se ha curado, pero los microbios siguen en el cuerpo y dos o tres semanas después de desaparecido el “chancro”, salen erupciones o manchas en la espalda, las plantas de los pies y palmas de las manos.
Estas erupciones pueden confundirse con alergias a medicinas o salpullidos y desaparecen sin tratamiento médico. Los microbios pueden seguir en el cuerpo de cinco a 40 años.
De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en el año 1999 se reportaron 266 casos de sífilis congénita y 629 en el 2000 en todo el país.
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