Sebastián "El Gaucho" Heiland tuvo el fin de semana una de esas actitudes que escasean en el deporte nacional. Luego de ganar una pelea con un fallo que entendió "injusto", proclamó vencedor a su rival. "Me dio una lección", reconoció.
Pocas veces en el deporte –y en la vida en general- se ven gestos como el que a Sebastián "El Gaucho" Heiland le hizo ganar un merecido respeto a partir de la madrugada del domingo. El boxeador rionegrino acababa de ganarle en su casa y por fallo unánime a Sergio Sanders cuando, en lugar de festejar y realizar la tradicional ceremonia de reconocimiento al público, se dirigió a las tribunas para mostrar su descontento con la decisión de los jueces.
El púgil, quien había tenido una deslucida actuación en el ring, abrazó después de la pelea a su rival, reprobó el veredicto que dieron las tarjetas –la televisión daba como ganador al porteño por medio punto- y confesó: "Ganó Sanders la pelea. Estoy en contra de los fallos localistas. La pelea la ganó Sergio Sanders, de ninguna manera yo".
Sanders, muy sorprendido por las declaraciones de su colega, respondió: "No sé si la gané. Fue una pelea pareja. Pero no esperaba esta a actitud de Heiland. Tiene una honestidad y un corazón de oro, y la humildad de un grande. No sé si la gente se va a enojar con él".
Sin embargo, para quienes lo conocen bien su actitud no fue un acto aislado. La mejor prueba es que Heiland (71,900 kilos) fue el ganador del premio Firpo a la Caballerosidad Deportiva 2010 que le otorgó la Unión de Periodistas de Boxeo de Argentina (UPERBOX).
El combate, que se desarrolló en Pigüé, correspondió a la categoría mediano en el Centro de Educación Física 83. El héroe de la velada cerró con un mensaje que invita a la reflexión: "Soy alguien que aprende de las derrotas, que me marcan mucho más que las victorias. Hoy me enseñó una lección de boxeo".
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