La viuda negra se ganó su apelativo a pulso: tras copular tiene la extraña afición de comerse a su arácnido compañero. Sin embargo, con algo de olfato, el macho de esta especie puede satisfacer sus instintos y seguir con vida.
Según explica una investigación publicada en la revista “Animal Behaviour”, los machos de las viudas negras pueden oler a las hembras al desplazarse por su tela de araña, determinando así si estas están saciadas y si es seguro copular con ellas.
Para llevar a cabo el estudio, James Chadwick Jonhnson, el jefe del mismo, alimentó a las viudas negras hembras a mano para asegurarse de contar con un grupo de féminas arácnidas bien alimentadas.
LA INVESTIGACIÓN
Los científicos separaron dos grupos de viudas negras; a uno lo alimentaron con grillos (uno por semana) por cuatro semanas, mientras al otro no le dieron nada de comer por la misma cantidad de tiempo. Luego, pusieron a varios machos en diferentes telas de arañas de hembras para ver cómo reaccionaban.
Los varones, quienes huelen con sus patas, fueron capaces de notar la diferencia al caminar sobre la tela de araña, y llevaron a cabo su ritual de cortejo de forma más activa cuando estaban sobre una tela de una hembra que había sido forzada a una dieta de grillos.
Cabe mencionar que el ritual de esta especie puede durar hasta una hora y finaliza cuando el macho escala hasta el abdomen de la hembra donde, transfiere el esperma. Luego, se va lo antes posible, antes de que a la letal fémina se le ocurra comérselo.
(Foto: Tkksummers/Flickr) |
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