“La angustia del Barça es la angustia de Messi”, titula el diario El País una nota de opinión firmada por el periodista Ramón Besa, en la que el eje gira no sólo alrededor de los tres partidos que el argentino lleva sin marcar sino también en cómo influye su actitud en el juego del equipo, poco vistoso por ejemplo ayer, en la ajustada victoria sobre el modesto Granada.
“La angustia que ahora mismo sufre el Barcelona es la angustia que padece Messi. Así de contagiosa es para bien y para mal la figura de La Pulga”, sentencia el artículo, donde se argumenta que “juega el Barcelona para Messi, pendientes todos de que La Pulga recupere el gol, hasta cierto punto obsesionados los jugadores con la melancolía del argentino, y el equipo no atina a rematar los partidos”.
Sin matices, asegura que Messi se muestra “excesivamente individualista, apenado y a veces malcarado, rebelde contra su propia sequía, reiterativo en las pérdidas del balón”. “Los azulgrana no pararon de buscar a su figura en cada jugada, fuera y dentro del área, y no hubo manera de que pudiera dejar la pelota en la red”, completa.
En ese sentido, comenta que “el Barcelona fuerza su juego, deja de actuar con naturalidad, en su intento de que remate Messi”, quien no entra en el sistema de rotación de Pep Guardiola porque “no le gusta que lo cambien en ningún partido” y porque “es tan bueno que Guardiola entiende que es tan insustituible como la pelota”.
“Necesita el gol como el cariño, y sus compañeros se desviven para que recupere la sonrisa”, agrega, y concluye: “No es fácil entender a un niño ni meter goles”.
El vaso medio lleno
Preocupa la “sequía” del rosarino, autor del 48% de los tantos que el equipo azulgrana marca en el Camp Nou y con una “crisis” pasajera que, por ahora, ni siquiera se asemeja un poco a la que sufre cuando viste la camiseta de la selección argentina.
Sin embargo, no todas son pálidas. Mundo Deportivo, uno de los principales diarios de Barcelona, asegura que “si Messi no ha conseguido perforar la portería contraria es sólo por una cuestión de centímetros, que no por juego y fe”.
Enumera: “Ayer fue el central del Granada Mainz el que evitó sobre la misma línea de gol que ese supuesta sequía que sufre ahora el argentino finalizara. El sábado fue Javi Varas el que se encargó de que sucediera lo mismo colocando su mano izquierda en el penalti que Leo chutó en el último minuto del partido ante el Sevilla. Y hace una semana, ante el Viktoria Pilsen, fueron los palos los que en dos ocasiones se interpusieron entre Messi y la red”.
Su compañero y compatriota Javier Mascherano también le bajó los decibeles a la luz de alerta: "Son rachas, seguramente volerá a meter pronto. Ahora está teniendo mala suerte y lo importante es el equipo, que volvió a ganar. Creo que son situaciones".
No hay comentarios:
Publicar un comentario