El sitio liguin.com presentó los 10 tipos principales de hombres de los cuales las mujeres deben evitar caer en sus garras sentimentales o intelectuales. El afán por encontrar una pareja puede conducir algunas veces a equivocaciones que conducen a malas relaciones y que son peores que los tiempos de soltería.
Es probable que si lees a continuación te hayas cruzado alguna vez con alguno de los siguientes estereotipos.
Hombres con “mamitis”: son aquellos que le dan relevancia a la opinión de su madre para todo lo que vayan a hacer. Así, la madre será en definitiva parte de la relación, dada la falta de independencia del hombre. Jamás tomarán decisiones por cuenta propia, y suelen descuidar a su pareja.
Siriventes: al principio su caballerosidad resulta agradable y hasta tentadora. Sin embargo, al cabo de un tiempo, su afán por satisfacer se vuelve un dolor de cabeza y resulta muy empalagoso. Terminan por complicar todo.
Mantenidos: los mantenidos tienen poca iniciativa para resolver los problemas porque se consideran víctimas del entorno. En lugar de luchar por transformar las realidades, el victimizarse los deja en una actitud pasiva pues las cosas no dependen de ellos, en definitiva. Esperan golpes de suerte, pero mientras tanto, abusan de la gente a su alrededor y sus bolsillos están más cerrados que una caja fuerte.
Inseguros: de forma parecida a los sirvientes, acatan todas las decisiones y opiniones de su pareja porque apenas pueden creer que alguien los quiera. Esta percepción de sí mismos los convierte en inútiles y dependientes.
Chantajistas: ejercen una perversa manipulación sobre sus víctimas y el daño que podrían acabar por causarte es realmente grande. Siempre logran que se les pida disculpas, y sus medios son la culpa y el miedo de la otra parte para lograr sus propios objetivos, que son los únicos que le importan. Sólo les interesa su bienestar y lograr que los demás hagan lo que ellos quieren.
Fiesteros: son extremadamente divertidos y animan cualquier reunión a la que asistan. El inconveniente es que tornan esto su forma de vida y desatienden o incluso postergan a su pareja para no perderse un solo evento social.
Musculosos: su atractivo físico es el centro de su vida, y toman a sus entrenadores como guías espirituales. Su mundo y sus preocupaciones pasan por mantener esa atracción física, lo que debilita sus mentes, pues allí arriba tienen poco que ofrecer. Aunque en un principio te sientas atraída por sus cuerpos, al poco tiempo te resultará insoportable y hasta aburrido.
Hot: convierten a las relaciones íntimas en su principal motivación y objetivo. La pasión puede parecer algo importante e interesante de mantener. Sin embargo, esta actitud es permanente y universal, por lo que no debes sentirte única por eso. Serían así con cualquier mujer, tu justo eres la que está en frente suyo en este momento.
El macho: esta es una personalidad peligrosa y muy nociva para la mujer que esté a su lado. En el fondo buscan una sirvienta que les cumpla sus caprichos y los atienda todo el tiempo. Se creen con derecho de controlar la vida y hasta el pensamiento de su pareja. Una respuesta típica si tienen hijos y su cónyuge les pide ayuda puede ser: “No soy el sirviente de mis hijas”.
El mandilón: sólo buscan complacer a su pareja, sin sentirse humillados por hacer todo lo que ésta les pide en público, aunque sean tareas cuestionables o tontas. Evitan a toda costa hacer enojarla, pero pierden su hombría y masculinidad en el camino.
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