El único de los cuatro récords que el austríaco Felix Baumgartner no pudo batir quedó en manos de quien fue su mano derecha en la aventura de romper la barrera del sonido. Su monitor de misión, Joe Kittinger, sigue teniendo la marca de la mayor cantidad de tiempo en caída libre.
La caída libre de Baumgartner ha sido de cuatro minutos y 19 segundos, por lo que no ha podido romper el récord anterior, de cuatro minutos y 36 segundos.
“Joe se ha ganado que su récord siga después de 52 años”, dijo el deportista con humor.
Kittinger, de 84 años, que se arrojó en 1960 cuando era miembro de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos desde una altura de 31.333 metros.
Problemas en el paraiso
Sin embargo, la buena onda que parece destilar Baumgartner en tierra se contrasta con los momentos de tensión que vivió antes de lanzarse y de los que fue testigo Kittinger.
Mientras sus emocionados madre, padre y novia seguían todo desde monitores varios kilómetros más abajo, Baumgartner revisó una lista de 40 puntos junto a Kittinger, quien también detentaba el récord de mayor altura en salto en paracaídas, de 31,1 kilómetros, que databa de 1960.
Previamente durante su ascenso en la cápsula amarrada a un enorme globo de helio, el austríaco manifestó su preocupación de que su casco parecido al de los astronautas no se estaba calentando en forma apropiada.
“Esto es muy serio, Joe”, comentó Baumgartner mientras que la cápsula, diseñada para mantenerse a una temperatura de 13 grados Celsius, se elevaba por el cielo donde se proyectaba que la temperatura descendería a menos de -67,8 grados Celsius, según el sitio web del proyecto.
“A veces sale vaho cuando exhalo. No siento calor”, decía el paracaidista. Pese a ello, el salto fue perfecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario