El caso de esta madre ha indignado a todo el Reino Unido desde que se conoce: una mujer de 33 años, dejó encerrados a sus dos hijos, de 10 y 14 años, en la casa para asistir a una fiesta.
Lo más extraño de este suceso, es que los niños estuvieron más de 24 horas de encierro acompañados de un loro y un perro muertos, sin contar con el ambiente insalubre de desorden y desperdicios que reinaba en toda la casa.
Los niños pedían auxilio desde el interior del domicilio y los vecinos tras escuchar los gritos de auxilio desde el interior del domicilio decidieron llamar a la policía, la cual al llegar al lugar pudieron constatar la precaria condición en que se encontraban los menores.
Según el periódico británico DailyMail, en el interior del inmueble había resto de comida en descomposición, ropa sucia por todos lados, utensilios de cocina sin lavar, botellas vacías de alcohol, además de dos animales muertos, un loro y un perro, los cuales fallecieron por falta de alimentación.
Los dos menores se encontraban en evidente estado de desnutrición y, según lo relatado por una agente policial, “pareciera que jamás se habían bañado”.
Estos niños tampoco asistían a la escuela por lo que saben leer ni escribir, y presentan problemas para comunicarse con otras personas.
La mujer, cuya identidad se mantiene en reserva, fue detenida y acusada por maltrato infantil. En tanto, su abogado argumentó que su clienta se encuentra bajo una depresión debido a una ruptura amorosa. Nadie se ha preguntado hasta ahora dónde está el padre de los niños que tampoco ha puesto el menor interés en los pequeños, su estado de salud, su alimentación o su escolaridad. ¿Es el causante del desequilibrio de la mujer? ¿Está vivo, muerto?
Al no saber de familiares cercanos, los niños han sido derivados hasta un centro del estado donde reciben los cuidados necesarios.
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